El año 2020 ha sido duro para todos, lo recordaremos sin duda como uno de los grandes retos de las últimas décadas.
Ha sido también un año complejo para la industria, al igual que para muchos otros sectores, debido al impacto de la covid-19 en la economía. La industria del metal y sus tecnologías asociadas ha asistido así a caídas históricas del 12% en facturación y del 2% en empleo.
Sin embargo, a pesar de estos datos negativos, el sector ha soportado mejor que otros el impacto de la pandemia y continúa siendo uno de los grandes ejes vertebradores de la economía gallega, al representar el 20% del PIB.
A pesar de las subidas puntuales de contagios que estamos viviendo ahora, que esperemos controlar pronto con el esfuerzo de todos, el horizonte del avance de la vacunación y la progresiva recuperación de la confianza hace que miremos con moderado optimismo e ilusión a la segunda mitad del año 2021. Este será sin duda el momento clave para el despegue de la recuperación económica. Aunque irregular dependiendo de la actividad, se espera que la industria del eje atlántico cierre con cifras de crecimiento este ejercicio.
En este contexto, se vuelve más necesaria que nunca una apuesta sólida y firme por parte de todos en el sector industrial, que es fuente de estabilidad económica y empleo de calidad y debe ser un eje tractor de la economía de futuro en los países del eje atlántico.
El reto de las materias primas
Este año la industria ha pasado de tener que afrontar escasez de equipos de protección, reorganización de producción e incertidumbre derivada directamente de la crisis sanitaria a vivir ahora las consecuencias de escasez de materias primas y un nuevo orden mundial.
La escasez de materias primas es uno de los aspectos que más preocupa al sector, que se está enfrentando a subidas de entre el 15% y el 40%, no solo en los microchips, sino también en aluminios, cobre, aceros, adhesivos, madera o la propia logística. A este respecto, China ha estado creciendo en el primer trimestre del año y para ello ha acaparado muchos de los recursos que había en el mercado. A la vez, otras empresas y zonas están aumentando su actividad, por lo que la demanda se dispara mientras la oferta sigue siendo aún rígida. Esto nos está llevando a un proceso inflacionista con enormes costes y ajustes constantes en las empresas que debemos atajar con, entre otras medidas, una mayor apuesta por relocalizar en Europa la producción de componentes y materias esenciales.
Para favorecer esa recuperación, sin embargo, es más necesario que nunca ofrecer a las empresas los espacios y las herramientas necesarias para visibilizar su negocio y favorecer el cierre de nuevos contratos, que se han visto resentidos durante los últimos meses a causa de la incertidumbre provocada por la pandemia.
Mindtech, escaparate para mostrar el músculo industrial del Polo Ibérico
En ese contexto en el que nos jugamos la recuperación económica, Mindtech se presenta como escaparate idóneo para mostrar el músculo de nuestra industria y recordarnos a todas y todos las grandes ideas y proyectos que podemos llevar a cabo.
Metal Industry & Technologies International Trade Fair nació en 2019 como una demanda del propio sector, que reclamaba un encuentro de estas características en el contexto del Polo Ibérico. Dos años después, con más de 200 expositores y 20.000 visitantes en su primera edición, Mindtech se ha consolidado en Vigo como eje del negocio industrial entre Europa, África y los países atlánticos.
Las firmas más punteras de la industria de la automoción, la aeronáutica, la metalmecánica, las energías renovables, las estructuras metálicas o las nuevas tecnologías, entre otras actividades, estarán presentes en Vigo del 14 al 16 de septiembre en la segunda edición de la feria industrial de referencia en el Polo Ibérico.
Este año, aunque explotando las posibilidades del entorno digital que ha venido sin duda para quedarse, Mindtech apostará por la presencialidad, con una feria física y segura que devolverá al sector este tipo de encuentros, fundamentales para restablecer contactos y relaciones comerciales de cara a cerrar nuevos contratos.
Tenemos ante nosotros una oportunidad excepcional de reimpulsar el sector a nivel internacional, el escaparate para propiciar el intercambio y relaciones comerciales que sienten las bases de una recuperación sólida, que vuelva a demostrar que la industria es futuro y clave de la prosperidad económica y social en un mundo globalizado como el actual.
La cooperación como clave de éxito
En este contexto en el que nos enfrentamos a retos sin precedentes, la colaboración va a marcar la diferencia para nuestra propia competitividad. En ese sentido, iniciativas como la red mundo atlántico son necesarias y adecuadas para abordar de forma conjunta el cambio de paradigma que tenemos ante nosotros. Sólo uniendo fuerzas entre las empresas, sociedad civil, administraciones y centros de conocimientos seremos capaces de potenciar nuestra competitividad, abrir nuevos mercados y repercutir de forma positiva en nuestra economía y nuestra sociedad. El reto es mayúsculo, pero estamos preparados.
Enrique Mallón
Secretario General Asime